Carlos Daniel Gonzalez Romero: Hermosa y necesaria posverdad

La verdad, siempre se ha considerado como el factor relevante de un periodista en su ejercicio profesional, debido al valor que se obtiene en la medida que se acierte en su búsqueda. Para otras profesiones, el arte del discurso busca asociar parámetros que permitan la mediatización de lo que se comenta, por eso es tan habitual encontrar políticos que juegan un papel interesante en su carrera: el polémico, el populista.

Con lo anterior es fundamental entrar a evaluar un término fortalecido por los sociólogos, periodistas y personas encargadas de publicar contenidos: la Posverdad. Es considerada como un fenómeno con intención de llevar declaraciones a la discusión, es decir, busca por medio de distorsionar la realidad, llegar a una verdad de específicos. Suena confuso, pero es sugestivo el alcance de este fenómeno.

Por ejemplo, cuando un personaje de los altos puestos de la política se refiere a un acontecimiento que para los ojos del mundo es evidente su realidad y la lleva a la aberración, encontramos un claro modelo de Posverdad. En Colombia, el Presidente Juan Manuel Santos, enfrentaba en su Gobierno un momento difícil para la economía nacional, debido a que, por falta de garantías, llevó a los grupos del sector agrario a declararse en paro de sus actividades. Lo señalado era indudable para toda la población, los medios de comunicación ya contaban lo que pasaba día a día, las carreteras fueron bloqueadas con camiones, los alimentos que se deterioraban eran arrojados a la carretera como señal de protesta y los precios de los mismos en la ciudad subían exponencialmente. Para Santos, fue sencillo salir a los medios y decir: «El tal paro nacional agrario no existe», argumentando que todo estaba bajo control y que las acusaciones de los campesinos, finalizaron.

La Posverdad tiene un compromiso claro con su desarrollo, construir una mentira que pelee con la verdad influenciando en los sentimientos y creencias de las personas, en pocas palabras y usando una frase coloquial, tapar el sol con un solo dedo.

Otra historia que demuestra que la Posverdad trabaja desde hace años es en una entrevista del Senador Álvaro Uribe Vélez para la W Radio en 2003, donde dijo que, “Nunca he pedido permisos ni patrocinios de grupos delincuenciales para hacer política. Ni para llegar al Senado de la República ni para la gobernación de Antioquia ni para llegar a la Presidencia”, declaración que genero polémica en las bocas de los simpatizantes y opositores del Político Antioqueño, pues era axiomático por el circulo que lo rodeaba, empresas de Medellín, su familia de élite y uno que otro amigo del poder colombiano, estrechaban y acompañaban al mandatario del momento en sus compromisos de campaña. Posverdad en estado puro.

La historia es tan nutrida y encontramos uno de los acontecimientos con mayor polémica y complejidad dentro del Gobierno de un hombre que casi se cae: Ernesto Samper. Cuando terminaban las elecciones de 1994, el periodista Andrés Pastrana, encontraría unos audios donde comprometían a Samper con el Cartel de Cali, todo indicaba que este grupo narcotraficante había financiado su campaña. Luego de que el país y los medios de comunicación difundieran esta información, el fenómeno de la Posverdad entro a mediar. Samper en su afán de quedar bien, expresó en los micrófonos de la prensa colombiana: “Todo paso a mis espaldas”.

Los Presidentes colombianos son expertos en la construcción de mentiras que tergiversen su responsabilidad en los sucesos actuales y en la forma de lograr sacar tajada. Cuando Juan Manuel Santos entregaba el cargo de Presidente al actual mandatario Iván Duque, la oposición empezó por pedir explicaciones sobre su ejecución en el puesto. Andrés Pastrana, quien tomó las riendas de Colombia en 1998 a 2002, le pidió a Santos mediante un trino en Twitter: «El presidente Juan Manuel Santos tiene que explicar al país y al mundo la entrega del 15% del territorio colombiano a las Farc». Esa declaración además de descarada, es otro ataque de Posverdad, recordemos que Pastrana fue el encargado de llevar a cabo el proceso de paz con las Farc, ofreciendo el Caguán, en el que se despejaron 42.000 kilómetros cuadrados a cambio de Paz. El proceso fracaso y en consecuencia el país perdió ese sector.

Ya estructuramos situaciones donde la Posverdad es protagonista en la Política. Esta se presenta en debates, campañas, reportajes, declaraciones y antecedentes históricos. Ahora bien, el cinismo también es Posverdad, Juan Manuel Corzo, expresidente del senado, mostró su inconformismo frente a la eliminación del subsidio de gasolina para los congresistas: «No tengo cómo pagar gasolina de dos vehículos», para nadie es mentira que el salario que recibe un Congresista es generoso, pues 35 millones mensuales fuera de honorarios, lo demuestran. El conflicto es cuando al terminar ese comentario, lo complementa con el siguiente: «Prefiero no robar al Estado y que me paguen la gasolina», Posverdad acompañada de cinismo.

Para finalizar, la Posverdad será un fenómeno que perdurara por mucho tiempo, es el bastón de apoyo cuando se presentan problemas. La herramienta permite mentir, culpar, maquillar e inclusive ignorar como lo fue desarrollando este articulo a medida que explicaba los tipos de Posverdad y los ejemplos reales que esta enfrenta. Ningún país se salva y mucho menos cuando encontramos corrupción, desigualdad o congresistas oportunistas con los beneficios que da el poder político.

Escrito Por: Carlos Daniel Gonzalez Romero-Emisora Suba Alternativa

By Wilson Castiblanco

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